Se trata de una fruta altamente diurética y refrescante, y es aconsejable para personas que siguen una dieta de adelgazamiento. Contiene vitaminas A, C, B1, B2 y PP, y sales minerales de potasio, magnesio, sodio, hierro, fósforo, azufre y cloro. Sus pepitas, bien masticadas, tienen propiedades antiprostáticas por su riqueza en zinc.
La sandía se consume principalmente al natural como fruta de postre. Junto con el melón, es la reina de las frutas de verano. Debido a su sabor refrescante, también se utiliza para preparar ensaladas o platos fríos, en los que, además, se aprovecha su peculiar aspecto como material de ornamento culinario. En menor medida, se utiliza para preparar conservas, zumos, helados y sorbetes. La sandía es fácil de digerir, pero no es aconsejable comerla helada o beber agua después de consumirla.
Valor nutricional: 30 calorías por cada 100 gramos.
Temporada: De mayo a noviembre (al aire libre).
Sabías que… Para escoger una sandía madura, es necesario darle unos golpecitos con la palma de la mano: si la sandía suena a hueco, está madura.